En conmemoración de los 100 años del nacimiento de Paulo Freire. Hace más de una década, comenzamos a llamarnos educadoras y educadores populares, porque entendemos que lo que hacemos diariamente en nuestras organizaciones, contribuye a denunciar las desigualdades que nos atraviesan y anunciar que otro mundo es posible.
• Construimos con otrxs.
• Compartimos saberes.
• Ponemos en práctica aquello que pensamos sobre:derechos, igualdad, solidaridad.
• Construimos espacios con las familias y lxs vecinos en nuestras organizaciones. Generamos en los niños y niñas el protagonismo en nuestras organizaciones.
• Promocionamos actividades culturales y barriales.
• Trabajamos con los niños, niñas y jóvenes, para que conozcan y hagan valer sus derechos. Promovemos el juego en todas las edades porque creemos que genera ganas de hacer más cosas.
• Trabajamos en conjunto y disfrutamos de lo que hacemos.
• No permitimos que la tarea nos aliene.
• Articulamos entre los centros y con otras organizaciones.
• Conocemos sobre otros movimientos que luchan por un mundo más justo y digno.
• Creamos espacios verdaderamente participativos.
• Ponemos el pecho a situaciones muy complejas (con lxs niñxs, sus familias y la comunidad).
• Aprendemos con y de lxs pibes.
• Intercambiamos saberes, entre centros, con otras organizaciones.
• Trabajamos para lograr cambiar la realidad cotidiana (la nuestra, de los niños y niñas, y del barrio donde estamos, en lo más inmediato).
• Cuestionamos la violencia de género y la desprotección. Nos formamos para pensar entre todos/as como Red, como colectivo.
• Reclamamos, marchamos.
• Tratamos de ir pensando que lo que nos pasa no es natural (pensamos críticamente, desnaturalizamos, cuestionamos).
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